Saturday, September 3, 2011

Sonría por favor



En la actualidad, estamos tan preocupados por nuestras actividades diarias y nuestros planes futuros que nos olvidamos de disfrutar cada momento de nuestra vida y de cuidar nuestro comportamiento con los demás. Muchas veces, por la tensión del trabajo y del estrés, recibimos a nuestros familiares, vecinos y amigos con malas caras y mal genio. Basta con una visita a las administraciones públicas o un paseo por las calles de cualquier ciudad para percibir que nos falta una de las características más importantes del ser humano: la sonrisa. Lamentablemente, es cierto que la gente ya no sabe sonreír desde sus corazones.

Sin duda, un rostro agradable y una cara sonriente es una señal de cordialidad y de amabilidad de la persona. Por tanto, una sociedad sonriente es una sociedad equilibrada que vive en armonía y paz, y unos ciudadanos sonrientes son personas “pacífilos” que aman la paz y conviven en armonía con los demás. Es importante aprender a sonreír porque, como dijo la Madre Teresa de Calcuta, “La revolución del Amor comienza con una sonrisa”. Debemos sonreír, no por hipocresía sino por el amor y el respeto que sentimos como personas por un familiar, un amigo, un jefe, un extranjero, en la calle, en la oficina, en la cafetería o en cualquier actividad social.

Por eso:

Sonría, por favor, porque la sonrisa es el lenguaje que utilizan los corazones para dialogar y expresarse, es una llave que abre todos los corazones del mundo. Saber sonreír es dominar el arte de la paz y abrir los corazones de los demás para que te acepten como una persona y un hermano, seas quien seas y de donde seas.

Sonría, por favor, porque cuando uno sonríe permite que los demás sonrían también. Todos necesitamos aprender a sonreír a los demás y entender el lenguaje de los corazones. Personalmente, antes de entender ese lenguaje, cada vez que me decía alguien que le gustaba mi sonrisa, iba directamente al espejo para verla. Con el tiempo me di cuenta de que las sonrisas de los demás eran más bellas que la mía enfrente del espejo, y empezaron a gustarme las sonrisas de los demás. Con más tiempo entendí que no necesitaba espejo para ver mi sonrisa porque las sonrisas de los demás eran simplemente un reflejo de la mía. Desde entonces, cada vez que alguien me sonríe, pienso: “qué bien se ve mi sonrisa” y, si no me sonríe, me doy cuenta de que me faltaba sonreír para ver mi sonrisa.

Sonría, por favor, porque la sonrisa es un método muy natural de levantar el ánimo y mejorar el estado físico del cuerpo humano. Los estudios muestran que la risa relaja los músculos tensos, reduce la producción de hormonas que causan el estrés, rebaja la presión de la sangre, y ayuda a incrementar la absorción de oxígeno en la sangre. También ayuda a quemar calorías puesto que moviliza muchos músculos del rostro.

Sonría por favor, porque nuestra sonrisa alegra la vida de los demás y, cuando ellos nos devuelven la sonrisa, alegran nuestra vida también. Por eso, al mismo tiempo que a todos nos gustaría recibir una sonrisa de los demás, también necesitamos aprender a regalar una sonrisa a los demás porque si no sabemos sonreír ¿cómo podemos valorar y percibir las sonrisas de los demás?

Sonría, por favor, porque una sonrisa, además de ser un símbolo de belleza, da a las personas más alegría y felicidad, es mejor que cualquier crema para quitar las arrugas y sanar la piel de las caras, y el mejor tratamiento para aliviar el odio y la ira de los corazones; es sin duda un rayo de sol y una expresión de optimismo, es un lenguaje corporal que muestra la personalidad de cada uno. Por eso, una persona sonriente es una persona feliz y sana.

Sonría, por favor, porque una sonrisa no cuesta nada pero vale mucho. Es un lenguaje silencioso que nos permite comunicarnos con el otro, y tiene un efecto positivo en él, sobre todo si es una sonrisa sincera que sale del corazón y toca el corazón del otro. Con la sonrisa ganamos la confianza y el amor de los demás, y ayudamos a los verdaderos pobres, que no les falta dinero sino amor y cariño a encontrar ese amor anhelado y compartirlo con los demás, ya que sonreír a nuestros hermanos es un acto de caridad, como dijo el profeta Mohamed.

Sonría, por favor, porque es tiempo de sonreír y de valorar la sonrisa de los demás, ya que hay muchos que pasan toda una vida sin sentir la magia de una sonrisa sincera que no solamente levanta el ánimo, sino que reduce los riesgos de enfermedades y mejora las relaciones entre las personas de diferentes familias, países, culturas y religiones. Si queremos pertenecer y vivir en un mundo sonriente y pacífico, tendremos que comenzar a sonreír, para que la sonrisa impere en nuestras acciones de cada día y en nuestras relaciones con los demás.

Sonría, por favor, porque una persona sonriente nunca muere, y su sonrisa vive eternamente en los corazones de todas las personas que ha conocido.

Sonría, por favor, porque he escrito todas esas líneas para que sepas que tienes una agradable sonrisa, y merece la pena que la veas reflejada en el rostro de todos los que conoces y los que no, entre ellos yo.

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