Hace unos días mi querido amigo Manuel Moreno Ortega publicó en su
muro del facebook la frase “Yo también soy N” agregando una foto de la letra N
en árabe. Enseguida le mande un mensaje preguntado qué era eso de la N en árabe
y no tardó en explicarme que «la N es la letra
que, como insulto (Nazareno), ponen los islamistas radicales del Estado
islámico de Irak, para señalar a los cristianos que aún quedan en el territorio
que dominan, tal y como hacían los nazis con los judíos en Alemania en los años
30. Escriben esa letra en la puerta de sus casas para identificarlos lo que
supone que los cristianos deben convertirse al Islam, morir o emigrar a otro
país. Como reacción pacífica propuesta por una activista musulmana de Irak
quien puso en marcha el movimiento #WeAreN, con el que quiere reivindicar la
tolerancia religiosa y apoyar a estas familias cristianas».
Leer esto, y
ver el terror que están sembrando los miembros del “Estado Islámico” en nombre
del Islam exige a la mayoría musulmana, silenciada o silenciosa, hacer una Yihad
pacífica y de pensamiento (Yihad al fikr) siguiendo las enseñanzas del
Corán «Así pues, no obedezcas a los incrédulos y combátelos con Él (El Corán)
en una Yihad grande» (Sura: 25, Versículo: 52), con el fin de aclarar la
diferencia entre el verdadero mensaje del Islam y la barbaridad de este grupo
que no representa ni al Islam ni a los musulmanes.
Por esta razón,
es importante aclarar que el grupo sanguinario no solamente ataca y mata a los
no musulmanes también presume de su terror y violencia exhibiendo fotos de las
cabezas degolladas de sus víctimas musulmanas como si fuera un trofeo, tal y como
publicó el 3 de agosto de 2014 el periódico español El País en un artículo
titulado “Kokito, el matarife de Castillejos”, ilustrado con una foto del
marroquí Mohamed Hamduch, Kokito, de 28 años, arrodillado junto a cinco cabezas
humanas, y con un cuchillo ensangrentado en su mano derecha.
En este sentido
hay que señalar que actos así no tienen nada que ver con las enseñanzas del
Islam que según el Corán dice «Un creyente no puede matar a otro creyente, a
menos que sea por error» (Sura: 4, Versículo: 92) y continua «Y quien mate a un
creyente premeditadamente tendrá la gehena como retribución eternamente. Dios
se irritará con él, le maldecirá y le preparará un castigo terrible» (Sura: 4, Versículo:
93).
Asimismo, hay
varios hadices del profeta Mohamed que muestran el respeto a la vida en
el Islam y dejan claro que los barbaros del “Estado Islámico” malinterpretan el
mensaje de Dios o lo manipulan para alcanzar sus objetivos políticos y
económicos. Entre esos hadices podemos citar algunos publicados en Sahih
al Bukhari y Muslim como «Insultar a un musulmán es un pecado y matar a un
musulmán es caer en incredulidad», «No volváis después de mí incrédulos matándose
unos a otros», «Quien levanta sus armas (en contra nuestro) no es de los
nuestros» y «El buen Musulmán es aquel que libra de su lengua y su mano a los
demás musulmanes».
Igualmente
conviene aclarar que el Islam nunca forzó a la gente del Libro judíos o
cristianos a convertirse con la fuerza «No hay coacción en la religión» (Sura:
2, Versículo: 256), sino a encontrar la palabra común basada en la unicidad de
Dios «Di: ¡Gente de la Escritura! Convengamos en una fórmula aceptable a
nosotros y a vosotros, según la cual no serviremos sino a Allah, no Le
asociaremos nada y no tomaremos a nadie de entre nosotros como señor fuera de
Allah. Y, si vuelven la espalda, decid: Sed testigos de nuestra sumisión (Sura:
3, Versículo: 64). De hecho, el Islam enseña a los musulmanes hablar de la
mejor manera con la gente del libro, y no echarles fuera de sus casas y
apropiarse de sus bienes «Y no discutáis con la gente del Libro sino de la
mejor manera» (Sura: 29, versículo: 46), también dice «Discute con ellos de la
manera más conveniente» (Sura: 16, versículo: 125).
Ese es el
auténtico mensaje del Islam que no se basa en el terror ni en la violencia sino en la misericordia y la clemencia de
Dios y de sus súbditos. De ahí que es imprescindible reislamizar a los
musulmanes y enseñarles el verdadero mensaje del profeta, que no ha venido para
predicar el odio y el terror, sino ha sido enviado como misericordia para todo
el mundo tal y como específica el Corán «Y no te hemos enviado [Mohamed] sino
como misericordia para todo el mundo» (Sura: 21, Versículo: 107). Por lo tanto,
el verdadero mensaje del Islam y de todas las religiones promueve la
misericordia, compasión, piedad y amor. Y esa es la diferencia entre el Islam y
los bárbaros del “Estado islámico”.
Said Bahajin
Investigador en la Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz
Universitat Jaume I, Castellón, España