Los dos países vecinos además de
compartir una historia y un patrimonio común están llamados a participar en la
construcción de puentes de encuentro, reconocimiento y entendimiento, teniendo
en cuenta sus intereses y desafíos comunes, y sabiendo que todavía queda mucho
trabajo por hacer para que España y Marruecos se conozcan mejor.
La crisis actual muestra que
efectivamente hay mucho que hacer para que los dos países se conozcan mejor,
dando importancia no solamente a los intereses políticos y económicos, sino también
a los intereses humanos que comparten las dos sociedades. En una crisis como la
actual y para hacer las paces entre los dos países, más que palabras se
necesitan acciones que tengan como fin humanizar la diplomacia, los intereses y
las relaciones bilaterales.
Humanizar la diplomacia entre los dos
países es optar por una diplomacia de encuentro, diálogo y apertura hacia el
otro sin prejuicios ni complejos, es hacer que la diplomacia sea más humana
trabajando por la dignidad de todo ser humano, y haciendo que los ciudadanos de
los dos países se sientan comprendidos, reconocidos y empoderados.
Es tiempo de entender que el
conflicto actual entre los dos países es una oportunidad de cambio que permite
a las dos partes crecer juntas y consolidar la confianza, la comprensión y el
entendimiento entre ambas, es tiempo de agradecer a la vida que está ofreciendo
a los dos vecinos la posibilidad de crear un proceso de cambio constructivo
para enriquecerse y transformar sus prejuicios, malos entendidos y miedos de
manera pacífica. Por lo tanto, es tiempo de humanizar el conflicto y no
politizarlo teniendo en cuenta que el conflicto es inherente a las relaciones
humanas y si es transformado de manera pacífica será un motor de cambio y una
fuente de creación e innovación que generaría un cambio positivo y permitiría a
los dos países cultivar nuevas relaciones humanas.
Sin duda, la crisis actual permitirá
mejorar las relaciones bilaterales al participar en la deconstrucción de unas
relaciones que estaban mal construidas y la reconstrucción de dichas relaciones
sobre una base sólida, fortalecida por la confianza, la buena vecindad, el
reconocimiento y el empoderamiento de los ciudadanos de ambos países.
De hecho, para reconstruir bien las
relaciones deconstruidas, evitar otras crisis y prevenir otros conflictos
negativos en el futuro, los dos países están llamados a tener una visión a largo
plazo, creando espacios y procesos de cambio constructivo que permitirán a los
ciudadanos estar preparados para afrontar juntos sus desafíos. En este sentido,
y teniendo esa visión a largo plazo y de humanizar las relaciones bilaterales
entre los dos países, presenté en enero 2020, a la embajada de Marruecos e
España y a la embajada de España en Marruecos, el Plan Hispano-Marroquí de
Educación para la Cultura de Paz, que nace de la necesidad manifestada por los
dos países para mejorar sus relaciones bilaterales en todos los niveles,
transformar pacíficamente sus conflictos y afrontar juntos sus desafíos
contemporáneos y comunes, como la inmigración ilegal, el cambio climático, la
pobreza, el terrorismo y el extremismo violento, entre otros. Asimismo, pone en
valor la eficaz colaboración entre España y Marruecos en la lucha contra el
terrorismo y las mafias de la inmigración ilegal y abre espacios de paz
mediante la educación para consolidar y reforzar una asociación más
estratégica.
El Plan que fue revisado por varios
expertos internacionales y doctores en estudios de paz y conflictos, contaba
con el apoyo del señor Miguel Ángel Moratinos, Alto Representante para la
Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas. Por lo tanto, sería
interesante para hacer las paces entre los dos países, retomar esta iniciativa
que reconoce que la educación es imprescindible en cualquier proyecto destinado
a construir una generación capaz de enfrentarse a sus desafíos de manera
pacífica, con el fin de hacer de España y Marruecos un modelo de convivencia
entre las sociedades occidentales y musulmanas y un ejemplo de aplicación en el
terreno de los objetivos de la Alianza de Civilizaciones de Naciones Unidas.
Said Bahajin: Doctor en estudios internacionales de Paz, Conflictos y Desarrollo e investigador en la Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz, Universidad Jaume I, España.