Sunday, May 6, 2018

Partidos Políticos Internacionales


Tenemos desafíos políticos globales que requieren unas soluciones políticas concretas con una dimensión global

La intifada mundial ha comenzado con las revoluciones y las crisis económicas que han significado un despertar de la sociedad civil que durante mucho tiempo ha estado sumergida en la humillación y la explotación de algunos, que por mantener sus intereses, eran capaces de crear guerras, matar y empobrecer a los miles de millones de personas en el mundo.

Después de la caída del muro de Berlín y la desintegración de la URSS, eran muchos los que creyeron que por fin la humanidad podría vivir en paz, sin que haya guerras frías ni calientes, y sin que una cultura, ideología o país impusiera su ley a los demás. Pero esa paz universal, soñada y deseada por muchos, fue sustituida por la guerra contra el terror y el miedo al extremismo y al terrorismo universal.

Un terrorismo que nos amenaza a todos y que se alimenta de la ignorancia y del mal conocimiento del otro en algunas sociedades, y en otras, de la arrogancia y la codicia. Eso significa que en la actualidad vivimos en un mundo dividido por un muro construido por la arrogancia de unos y la ignorancia de otros, y que ha llevado a toda la humanidad a vivir momentos de grandes tensiones. Es un muro que se puede sustituir por puentes de entendimiento y reconocimiento del otro, si utilizamos nuestra imaginación para crear redes globales que tendrían como objetivo la buena gobernanza de la multiculturalidad, la diversidad religiosa y, sobre todo, de la política internacional. Es cierto que si las guerras se ganan con ideas, las paces también se pueden hacer con ideas.
De hecho, en un mundo donde los verdaderos desafíos no son culturales ni religiosos sino políticos, tenemos que pensar en vías políticas para afrontar esos desafíos que amenazan la civilización humana. Unos desafíos políticos que requieren de nosotros ampliar nuestra imaginación y buscar soluciones políticas con una dimensión global, porque en un mundo sin fronteras necesitamos una imaginación sin fronteras. Y en un mundo con una crisis económica global y conflictos que amenazan a toda la humanidad, como es el terrorismo, el mal conocimiento del otro, el paro y la pobreza, entre otros, necesitamos respuestas y programas políticos sin fronteras que gestionen los desafíos humanos a nivel global.

Por eso, es tiempo de crear partidos políticos internacionales, o al menos uno, que tendría como objetivo presentar programas políticos globales que defiendan los derechos humanos, la estabilidad económica y política, la dignidad, la justicia y la igualdad de oportunidades no sólo a nivel local sino también a nivel global. Será un partido político internacional que una a todos, los de izquierda y de derecha, los republicanos y los demócratas, los religiosos y los seglares, y que tendría como objetivos luchar por el bienestar de todos los seres humanos y por el desarrollo económico y político, no de un país en concreto, sino de toda la humanidad. Un partido que busque resolver por ejemplo el problema de la pobreza o del paro, no sólo en el país afectado, sino viendo las posibilidades y las alternativas que ofrecen otros países en el mundo.

Es obvio que con los años la gente perderá totalmente la confianza en los partidos políticos existentes y en el modelo democrático actual y buscará otras alternativas. Una de ellas sería la creación de partidos políticos internacionales, que transciendan las fronteras, y que tengan representación en diferentes países con la posibilidad de presentarse a las elecciones y trabajar con y por el pueblo utilizando una perspectiva glocal; pensando globalmente y actuando localmente. Esa sería una de las vías pacíficas que tendría la sociedad civil para participar en las decisiones que afectan al futuro de la humanidad y afrontar los desafíos políticos que amenazan la estabilidad y la paz mundial.

El mundo va cambiando con las nuevas tecnologías y las redes sociales que crean un espacio de encuentro entre personas de diferentes culturas, religiones e ideologías, y cada día nos damos cuenta de que no hay una democracia modelo, sino democracias imperfectas que podemos complementar con nuestras ideas para que cada persona pueda participar en un mundo mejor.

Por eso, es tiempo de reconocer que tenemos desafíos políticos globales que requieren unas soluciones políticas concretas con una dimensión global.

Es tiempo de reconocer que la democracia y la paz no se imponen sino que se construyen entre todos y a nivel global.

Es tiempo de fomentar un nuevo modelo de política glocal, donde partidos políticos con extensión global fomenten una democracia que facilita la participación, no solamente de unos afortunados del G7, sino también del resto de los países, los G187, en la toma de las decisiones que afectan al mundo. 

Said Bahajin
Doctor en Estudios Internacionales de Paz e Investigador en la Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz, Universitat Jaume I, España