Diariamente
encontramos en los medios de comunicación noticias de conflictos, violencias, y
choques entre personas de diferentes religiones y culturas como si viviéramos
en un mundo que no conoce la paz. Nos tienen convencidos de que vivimos en
tiempo de guerra y que es casi imposible disfrutar de la paz.
Dicen que
el mundo está mal, que hay terroristas y radicales en todas partes, que el ser
humano es violento por naturaleza, que la mejor manera de defendernos es
atacar, que el enemigo y el bárbaro puede ser nuestro vecino, que tenemos
derecho a usar armas porque nos hacen más fuertes y temibles y que solo sobrevivirán
los más fuertes. Sin embargo, no nos cuentan que el mundo no sería igual si nos
faltara una raza, cultura o religión, que la diversidad es una oportunidad, que la mejor manera de prevenir la barbarie es no ser bárbaro, que
el amor nos une y que en todas partes hay pacífilos que aman la paz,
como todos los granadinos y las granadinas que estuvieron presentes en la
ceremonia de ruptura del ayuno el 10 de junio de 2017 en Jardines del Triunfo en Granada.
Los
granadinos y las granadinas, musulmanes y no musulmanes, presentes en el acto
del Iftar (ruptura del ayuno) en los jardines del triunfo han demostrado
que la humanidad no sabe de imposibles y que nada es imposible si tenemos la
capacidad de imaginarlo posible.
Fue un acto
mágico, todos y todas juntos compartiendo espacios y momentos de paz. Me hubiera
gustado que el mundo entero se enterara de la magia de la paz que dominaba los
jardines del triunfo. Unos jardines que parecían pintados de los colores del
arco iris y mostraban una vez más que la paz existe, que el amor nunca es estéril
y que el diálogo de los corazones es posible.
La
llamada a la oración del mueddín, la voz tierna de los y las jóvenes que
repartían comida, la mirada y sonrisa de los presentes, me hizo soñar con un
mundo sin guerras, hambre, humillación, violencias e injusticias. Por primera
vez sentí que Granada es el centro del mundo, que las religiones existen para
unirnos y no separarnos, que los granadinos y las granadinas son sembradores y
sembradoras de las semillas de paz que crecerán y serán cosechadas en todo el
mundo.
Gracias a
los organizadores por hacer que muchos conocieran en primera persona el Ramadán
y comprendieran más el Islam, a los que participaron en los talleres, a los que
participaron en el rezo conjunto, y mil gracias a Granada, a los granadinos y las
granadinas por abrirnos sus corazones, sonreírnos y regalarnos su amor que
vivirá eternamente en nuestros corazones.
Esa sí es una noticia que merece la pena difundir en los medios de comunicación porque es una noticia de paz, de reconocimiento, de empoderamiento, de encuentro, de diálogo, de intercambio, de esperanza y de construcción de espacios de paz en el mundo.
Esa sí es una noticia que merece la pena difundir en los medios de comunicación porque es una noticia de paz, de reconocimiento, de empoderamiento, de encuentro, de diálogo, de intercambio, de esperanza y de construcción de espacios de paz en el mundo.
Said Bahajin
Doctor en Estudios Internacionales de Paz e Investigador en la Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz, Universitat Jaume I, España